El Mar Menor no es un problema de calendario

Llevamos desde el mes de mayo hablando de la mala situación del Mar Menor y la necesidad de adoptar medidas que mejoren sus condiciones tras años de abandono y desidia institucional que han provocado la enfermedad que ahora padece.
En esta tesitura asistimos a la inversión en el desdoblamiento de la carretera a Atamaría por más de dos millones de euros, que alguna vez alguien explicará a qué razones obedece, porque ni el Ayuntamiento de Cartagena ni sus ciudadanos la han pedido; al anuncio de una encuesta sobre si hay que convertir La Manga en “el círculo”, a través de una pasarela ya olvidada por estudios científicos rigurosos; y la última iniciativa del gobierno regional y el municipio vecino de San Javier parece ser un puerto deportivo en Puerto Mayor, al que quizás esperan dar entrada con esa pasarela.
Sobre las actuaciones en el Mar Menor, además de informar sobre su aptitud para el baño, comprobamos que el gobierno regional no hace nada, peor aún, da palos de ciego, y es lógico porque no hay peor ciego que el que no quiere ver. Así están Pedro Antonio y los suyos, esperando que terminen las vacaciones y nos olvidemos del enfermo.
Lo que sucede es que en Cartagena el enfermo es de la familia, no sólo un lugar de veraneo. En sus orillas crecimos nosotros, y nuestros padres y abuelos, porque el Mar Menor nos importa y no nos reconocemos sin él, disfrutamos de sus aguas con niños y mayores es el centro de nuestra comarca y, por eso, queremos recuperar el Monasterio de San Ginés de la Jara y vertebrarlo, recordarán que yo mismo he hablado de él como un posible centro de investigación de la agricultura ecológica, pero claro eso solo lo he dicho yo, así que poco importa a los politicos regionales.
Estos políticos regionales bien harían en contarle la verdad a Rajoy y pedirle algo más que un tuit. Somos conscientes de que para nuestros azules dirigentes la imagen es muy importante -ahí está la Púnica-, pero el problema del Mar Menor está en el fondo. Yo ofrezco una solución económica, que el gobierno de España invierta en el diagnóstico, cura y calidad de vida del Mar Menor, y que PAS destine los 45 millones de euros de la ITI del Mar Menor a la laguna, y no a repartir contratos, estudios y obras.
De momento prefieren paseos y pasarelas hacia ninguna parte, saturar La Manga con un nuevo puerto -qué ocurrencia, gracias Pedro Antonio- y hablar de filtros verdes y desalobradoras con los agricultores, sin saber de lo que hablan mientras los agricultores del campo de Cartagena pierden sus cosechas.
Les advierto que me interesa muy poco que siga triunfando el lobby de la agricultura, al que sirven desde el gobierno regional como antes hicieron con el del ladrillo, pero sí me preocupa el desarrollo, el progreso y la forma de vida de las gentes del campo de Cartagena, agricultores a los que el gobierno regional utiliza ahora como sospechosos de algo cuya única responsabilidad está en los gestores que han estado al frente, desde 1982, de la Comunidad Autónoma.
Es cierto que gran parte de los vertidos provienen de la agricultura, tanto como que es la CARM quien autorizó estas explotaciones, desechó inversiones en conducciones que evitarían lo que hoy vivimos, y ahora les da la espalda, buscando que sean los pequeños agricultores quienes asuman las responsabilidades económicas y penales, cuando todos sabemos que el Mar Menor ha enfermado del abuso y abandono fomentado por dirigentes, ellos sí, menores.
Desde Cartagena, desde su Ayuntamiento, desde los colectivos vecinales lo tenemos claro. No abandonaremos el Mar Menor a su suerte, y obligaremos a los políticos regionales, nacionales y europeos a volver sus ojos y sus esfuerzos hacia él. Estamos hartos de propaganda que solo ha servido para que ellos se garanticen sus sueldos mientras lentamente envenenan el Mar Menor.
El mañana del Mar Menor se juega hoy, y quienes disfrutamos su pasado y su presente debemos formar un equipo, no sobra nadie, solo quienes fían su suerte al calendario y a que lleguen las fiestas de septiembre.
José López
Alcalde

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