En la tarde de ayer, el alcalde de Cartagena, José López (MC), izó en uno de los mástiles del Palacio Consistorial una reproducción de la bandera de la Sublevación Cantonal Española (1873-1874). El motivo del izado fue la conmemoración de 142 aniversario del inicio de la Sublevación Cantonal y la proclamación de la Junta Revolucionaria Municipal de Salvación Pública de Cartagena, en el marco de la insurrección federalista acaecida durante la 1ª República.
Por su parte, el historiador cartagenero, Luis Miguel Pérez Adán, fue el encargado de hacer la reseña histórica del acontecimiento.
Además, mientras el alcalde subía la enseña, sonó un característico cante por cartageneras, interpretado por el cantaor David Contreras “El Cardueli”, acompañado a la guitarra por Borja Barón.
Este acto, que congregó a un nutrido grupo de personas en la plaza del Ayuntamiento para celebrar la efeméride, se enmarca dentro de la iniciativa Cartagena en la historia que, según López, “pretende poner el foco de atención en hechos concretos, instantes que marcaron un punto de inflexión en la vida de nuestros antecesores, no siempre de forma positiva, para un mejor entendimiento de la realidad que nos ha tocado vivir, y una mejor comprensión de las razones que les llevaron a adoptar aquellas decisiones que cambiaron el rumbo de nuestra historia”.
DISCURSO DEL ALCALDE:
Se inicia, con este primer acto, la conmemoración de una serie de hitos históricos acaecidos en Cartagena y que, por su especial importancia, influyeron notablemente en su devenir.
“Cartagena en la historia” pretende poner el foco de atención en hechos concretos, instantes que marcaron un punto de inflexión en la vida de nuestros antecesores, para un mejor entendimiento de la realidad que nos ha tocado vivir, y una mayor comprensión de las razones que les llevaron a adoptar aquellas decisiones que cambiaron el rumbo de nuestra historia.
Nuestra trimilenaria ciudad ha visto caminar por sus calles a personajes ilustres de todas las épocas de la historia: Isaac Peral, Francisco García Roldán, Aníbal Barca, Publio Cornelio Escipión, Isidoro Máiquez, Baltasar Hidalgo de Cisneros, Antonio Gálvez Arce, los cuatro santos cartageneros, Juan Fernández, Hazim al-Qartayanni, Carmen Conde, Manuel Ussel de Guimbarda, Sebastián Raval, Victor Beltrí… podría eternizarme, pero no es mi intención hacer un censo de personajes célebres en la historia de Cartagena, y menos aquí, en este acto que pretende ser breve pero cargado de simbolismo. Todos esos hombres y mujeres protagonizaron importantes capítulos del pasado, y muchos de ellos eran cartageneros, paisanos nuestros.
Cuando intento imaginar la Cartagena que nos cuentan los historiadores y arqueólogos, repasando las innumerables historias que han presenciado las cinco colinas, confieso que me resulta difícil creerlo. Ver el paño de la muralla púnica e imaginar a Aníbal en ella, o a Magón tratando de defenderla ante un ejército romano comandado por Escipión, produce emoción y orgullo. Esos mismos bloques de piedra que hoy podemos visitar y contemplar, fueron testigos de aquella batalla, escucharon las voces de esos personajes, los gritos de los heridos, el silencio de los muertos. Aún hoy lo cuentan, a quien sepa escucharlas.
Tenemos la obligación como gobernantes, y yo especialmente como alcalde, de poner todos los medios posibles para que esas piedras sigan hablando, para que otras muchas que aún están ocultas, con la voz ahogada por toneladas de tierra, puedan ver la luz y contarnos su historia, porque un pueblo es lo que fue y lo que desea ser. El pueblo de Cartagena fue glorioso, valiente, orgulloso… y para que nadie lo olvide, y porque deseamos seguir siéndolo en el futuro, debemos conocer nuestro pasado, en lo bueno y en lo malo, la vida se forja a golpe de fracasos y de triunfos, tan importantes los unos como los otros.
Hoy comenzamos, por que así lo marca el calendario, con la sublevación del cantón y de la proclamación de la Junta Revolucionaria Municipal de Salvación Pública de Cartagena, ocurrida el 12 de julio de 1873. Un suceso de hondo calado histórico, hasta el punto de ser recogido por Benito Pérez Galdós en el episodio nacional ‘De Cartago a Sagunto’.
Voces más expertas que la mía nos ilustrarán sobre lo que allí ocurrió, sobre las motivaciones que les impulsaron a sublevarse, por esa razón no me extenderé en explicaciones históricas que no corresponden a este alcalde, pero sí quiero poner énfasis en el espíritu de lucha de aquellos paisanos, su heroísmo y sacrificio por intentar crear un mundo mejor, más justo e igualitario. Ese espíritu del pasado, del que en tantas otras ocasiones hicimos gala, es el que quiero para nuestro presente y nuestro futuro.
Sois, somos, herederos de la historia de Cartagena, de lo material y lo inmaterial, de sus piedras y sus sentimientos, de sus fracasos y sus éxitos.
Sois, somos, responsables de lo que hacemos hoy, porque otros cartageneros nos mirarán mañana en los libros de historia o en la Wikipedia, y nuestra obligación es que sientan tanto orgullo por nuestra trabajo, como el que nosotros sentimos al estudiar a los que nos precedieron.
Paisanos, amigos,
¡Viva Cartagena!