Juventudes MC exige a la CARM una mejor atención a los centros educativos

Tras las últimas noticias que hemos tenido de la Consejería de Educación, da la impresión de que se haya iniciado una cruzada contra diferentes colegios de la Comarca de Cartagena. Primero, el Gobierno regional echó para atrás la construcción de un nuevo colegio en La Aljorra, infraestructura necesaria debido al estado tan lamentable en el que se encuentra el actual, al que todavía deben acudir los más pequeños cada mañana. Cabe destacar que el presidente del Partido Popular, Joaquín Segado, fue quien adquirió estos terrenos para tal fin, cuando aún gobernaba su partido en el municipio de Cartagena.

El segundo lugar al que han ido a parar las decisiones poco acertadas de dicha Consejería ha sido al colegio San Fulgencio, situado en  Pozo Estrecho, donde hay cuatro alumnos con parálisis cerebral y autismo. A principios de curso se les aseguró a los padres que sus hijos estarían bien atendidos. Han pasado dos meses y todo ha quedado en promesas vacías.

Estos niños con necesidad de cuidados especiales sólo reciben una atención plena los lunes y los miércoles, que es cuando acude al colegio una cuidadora, quedando el resto de la semana casi desatendidos, ya que dicha cuidadora también debe prestar su buena labor en otro centro educativo cercano. La respuesta de la CARM a la petición de los padres y a la moción aprobada por el Pleno municipal de Cartagena, es que un cuidador y medio para cuatro niños es suficiente comparándolo con el resto de colegios de la Región.

Desde Juventudes MC nos sorprenden y avergüenzan estas declaraciones, ya que no se asemejan a la realidad. Recordemos que estas dos únicas cuidadoras de las que dispone el centro de San Fulgencio, también trabajan en otro centro y una de ellas a media jornada. Es intolerable que la Consejería de Educación deje a su suerte a estos niños el tiempo que están sin los medios humanos necesarios.

Por tanto, exigimos a la CARM que trabaje en solucionar este problema y dejen de incumplir sus promesas. Estamos hablando de vidas humanas, por lo que se trata de una materia que ha de tener prioridad total y absoluta por parte de los gobernantes.