Con el beneplácito de Arroyo, Castejón se venga de la pitada de las Cruces de Mayo subiendo las tasas a los hosteleros

 

  • Declaraciones de la concejal de MC Cartagena, Isabel García

 

  • Los locales de Honda y Morería Baja pasarán a pagar canon de primera categoría para sus terrazas

 

Desde que el alcalde José López, en cumplimiento del pacto suscrito en 2015, cedió la alcaldía a la actual tránsfuga, Ana Belén Castejón, muchos eventos relacionados con el ocio en nuestra ciudad han ido decayendo en su transcendencia, haciéndose especialmente evidente en las Cruces de Mayo, sepultadas por el PP de Barreiro en 2015 al quitarle la música y rematadas este año por el efecto ‘Caostejón’ y los suyos.

Ello provocó, como ha señalado la edil de MC Cartagena, Isabel García, “la unanimidad en la queja del sector de la hostelería de Cartagena, de las cofradías y de los diferentes colectivos que esperaban ese fin de semana para disfrutar de nuestra ciudad y su clima en las calles, al tiempo que se hacía un poco de caja; bien para donaciones, bien para conllevar la pésima Semana Santa de este año 2019. El resultado fue el que todos conocemos: una sonada y espontánea manifestación de jóvenes y menos jóvenes que pedían la dimisión de Castejón y los suyos, crítica a la que también se sumó la actual videalcaldesa del PP, hoy aquejada de amnesia, desconocemos si temporal o permanente”. 

García ha denunciado que “analizando las nuevas ordenanzas fiscales para 2020, que se encuentran por poco tiempo en periodo de alegaciones, descubrimos la venganza que la  alcaldesa de ‘La Trinca’, con el beneplácito de su socia Arroyo, ha escondido para cobrarse la pitada, las protestas públicas de los diferentes colectivos y la falta de afecto que los cartageneros les muestran a ambas cada vez que pueden”.

El desquite lo ha llevado a cabo “cebándose con los que entienden que son responsables de las quejas reseñadas y que no son otros que los hosteleros de la calle Honda y el único establecimiento con terraza de la calle Morería Baja, a los que les quiere aplicar, si no lo remediamos antes, unas subidas por la tasa de terrazas destinada más que a la recaudación, a provocar la quiebra y el cierre de la mayoría de negocios de esas calles”.

Los efectos de la venganza

Isabel García ha destacado que “parece una broma del mal gusto que hablen de la revitalización de la Calle Honda con el tratamiento peatonal dado. En base a esas razones ‘tan convincentes’, los hosteleros de esa calle que quieran mantener sus terrazas, pasarán a pagar canon de primera categoría y no de segunda como hasta ahora, lo que supone un incremento del 48% ya que el metro cuadrado por año pasará de costar 31,47 euros a 46,81 euros”.

En cuanto a la única terraza ubicada en la calle Morería Baja, “dejará de ser de cuarta categoría para ser considerada de primera, por lo que los 9,76 euros por metro cuadrado al año pasarán a costar 46,81 euros, suponiendo un incremento del 379.61%, amparándose en su revitalización tras la peatonalización y apertura de comercios con terraza”, ha reseñado la edil.

Ante esta situación, ha afirmado que “los hosteleros de la calle Honda ya tienen su merecido por quejarse, con razón y con derecho, incluso los amigos la Sra. Arroyo, que ya ven como da la cara por ellos; por su parte, del hostelero de La Morería, no sabemos cuál puede ser la razón por el que lo quieren condenar a quitar su terraza… igual sólo es por la maldad gratuita con la que las ‘alcaldesas’ se desenvuelven en su día a día”.

Isabel García ha reseñado que “tras el acuerdo contra natura, o visto lo visto, no tan a la contra, que llevó a populares, sociolistos y veletas a formar el gobierno de ‘La Trinca’, la principal tarea que nos queda a los partidos de la oposición, menos a VOX, que parece no tenerlo muy claro ya que a su portavoz le gusta bailar al son que le marca la alcaldesa, es impedir que los profesionales del trinque expolien nuestras menguadas arcas tanto en gastos como en ingresos provenientes de los impuestos y tasas que nos cobran para poder mantener sus chiringuitos, o como en el caso que nos trae, para destrozar los negocios de quienes alcen la voz contra la desidia y la incapacidad en la gestión de lo público”.

Tras esto último se esconde, como ha denunciado, “lanzar una amenaza a quienes en lo sucesivo intenten defender sus derechos por cuantos cauces legales sean oportunos”, deseando por último que “ante la campaña de acoso y derribo que están llevando a cabo contra los hosteleros, al menos les permitan trabajar esta navidad y puedan celebrar con normalidad la tardebuena y tardevieja de 2019”.

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