MC propondrá iniciar el procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial a favor del Grupo Folklórico de Cartagena de La Palma. Así lo defenderá el concejal cartagenerista, Enrique Pérez, en el próximo pleno, asentando esta reivindicación en “su repertorio de música, baile y vestuario; así como su relevancia cultural y obtener su reconocimiento, difusión y conservación”.
Haciendo un repaso de los principales hitos del grupo, el concejal ha recordado “el máximo esplendor vivido en la década de los 40 del siglo pasado, cuando boleros de Fuente Álamo venían a impartir clases de jotas y malagueñas a La Palma”.
Posteriormente, en los 80, la unión del Grupo de Coros y Danzas con la rondalla dio origen al Grupo Folklórico Ciudad de Cartagena de La Palma, materializando su repertorio con un importante legado de cantes y bailes de la comarca del Campo de Cartagena, lo que junto a la recuperación del ‘Café Cantante’, “nos mete de lleno en las costumbres y tradiciones de la segunda mitad del siglo XIX”.
Al tiempo, Pérez ha seguido añadiendo méritos a la declaración aludiendo al “consolidado Festival de Folklore, surgido en 1993, próximo a la treintena de ediciones y que aún espera ser declarado de Interés Turístico Regional tras solicitarse así en el pleno de julio de 2018”. El edil cartagenerista, para completar su argumentación, ha añadido la relevancia de la “Casa del Folklore como museo etnográfico desde 2002, pero originaria de 1915, y que recoge un importante legado de indumentaria con trajes de labor, lujo y bolero del Campo de Cartagena”.
El casi medio siglo de actividad del grupo folklórico ha servido para contar con “uno de los repertorios más completos de la Región, donde se sintetizan todas las formas de música popular bailable que se han mantenido y transmitido a través de generaciones gracias a la constancia y la enseñanza de bailes característicos del folklore regional y de la comarca del Campo de Cartagena”
Para finalizar, Enrique Pérez ha afirmado que “en La Palma encontramos un orgulloso ejemplo de nuestro acervo etnográfico, proveniente del flamenco. Son nuestros sonidos, cantes y bailes. Consolidan un estilo folklórico propio al evolucionar desde las raíces. Nuestra obligación es protegerlos para que perduren”.