MC impulsará durante el próximo Pleno municipal que el Gobierno local recabe, junto a los cronistas oficiales, la documentación necesaria para que la Dirección General de Patrimonio Cultural otorgue una protección especial a los Juegos Florales de La Palma.
Esta iniciativa, como ha explicado el edil cartagenerista Enrique Pérez, asegurar el disfrute de los Juegos para “generaciones presentes y futuras por su valor histórico literario, recibiendo una catalogación por su interés de carácter inmaterial”, al tiempo que ha destacado su “continuidad en el tiempo en un marco propio en los festejos de Santa Florentina”.
Pérez ha recordado que ya el próximo 2022 serán “65 los años de vida de los Juegos Florales, desde que dieron inicio en 1957, convirtiendo a La Palma en promotora de las actividades culturales del Campo de Cartagena”.
“Fue en dicho año 1957 cuando, bajo el lema ‘Fe, Amor y Patria’, tiene lugar esta primera edición en la que la poesía y la cultura afloran en la diputación palmesana, contándose como mantenedor con el inolvidable y cartagenerísimo Ginés García Martínez, que también fuera Cronista oficial”, ha continuado relatando el concejal de MC.
Asimismo, ha explicado que “los Juegos han celebrado las últimas cuarenta y cinco ediciones sin interrupción desde 1976, a excepción de este último año por la pandemia, lo que da una idea de su importancia en la cultura y tradiciones del Campo de Cartagena”, incluyendo desde 1986 una nueva denominación ‘Juegos Florales del Campo de Cartagena en La Palma’, además de incorporarse el homenaje a un poeta cartagenero del que se hace una semblanza.
“En definitiva, si Cartagena es grande también lo es por los pueblos como muestra el caso de La Palma, ejemplares en cuanto a la defensa de sus tradiciones, paisaje o cultura, del que los Juegos Florales son parte destacada, contando con el compromiso de MC para trabajar en su protección y evitar que los nuevos tiempos acaben con uno de los principales motivos de orgullo de nuestro Campo de Cartagena”, ha concluido manifestando Enrique Pérez.