Esta mañana, el Grupo municipal MC Cartagena, representando por sus portavoces, José López y Jesús Giménez, se ha desplazado hasta el céntrico Mercado de Santa Florentina para comprobar, sobre el terreno, que el anuncio del Gobierno local del pasado viernes, sobre la renovación del Reglamento de Mercados Municipales no cuenta con el respaldo de los profesionales del sector, básicamente, porque desconocen su contenido, no han participado en la definición del mismo y no se adapta a las necesidades ni a las demandas actuales. Entre otros, los concejales de nuestra formación han departido con el presidente de la asociación de comerciantes del mercado de Santa Florentina.
De esta forma se ha pronunciado el portavoz cartagenerista, José López, ante lo que es un nuevo intento de ‘imponer’ sin convencer del Ejecutivo de la popular, N. Arroyo. “El despotismo de la alcaldesa del PP no tiene límites”, ha señalado López.
Acto seguido, ha remarcado que “hemos confirmado con los vendedores del mercado de Santa Florentina que La Trinca ha comenzado a modificar el Reglamento de los Mercados Municipales sin consultarlo con ellos”.
Cambios decisivos que quieren imponer
El dirigente de MC, a continuación, ha informado sobre las intenciones del Gobierno de Arroyo. “Prevén modificar cuestiones tan decisivas como los horarios o los usos de estos puestos y no cuentan con los vendedores que desde hace casi setenta años lo mantienen abierto. Y no es una forma de hablar porque son ellos mismos los que abren las puertas a diario”.
Por ello, ha añadido que “no podemos avalar esta actuación, pero mucho menos podemos hacerlo con las ‘recomendaciones’ que el responsable de Comercio, Manuel Padín, está haciendo a algunos de los vendedores, para que acepten perder sus puestos con el objetivo de que él tenga las manos libres antes de final de legislatura y así poder llevar a cabo algún apaño”.
La obligación de escuchar la voz de los implicados
Para concluir, el líder cartagenerista ha manifestado que “exigimos desde ya que se tenga en cuenta a los vendedores antes de llevar al Pleno el asunto y, por supuesto, nos comprometemos con ellos a que se les escuche a pesar del veto que, una vez más, impone Arroyo a quien no le gusta el sonido de la voz de los cartageneros”.