El pasado domingo se consumaba la ignominia que supuso el hecho de que una entidad cartagenera, el CD Algar, tuviera que disputar su partido de Copa del Rey frente al RC Celta de Vigo en el municipio de Lorca, a 100 kilómetros de Cartagena.
Ello a pesar de que desde meses atrás se conocía que el CD Algar dependía de ganar un solo partido en su instalación del Sánchez Luengo ante el Melilla CD para recibir en la siguiente eliminatoria a un equipo de Primera División, un hecho histórico que ha quedado empañado por la incapacidad manifiesta de la ocupante de la Alcaldía, Noelia Arroyo, y el concejal de Deportes y vecino de Murcia, Álvaro Valdés.
Para la nefasta historia de esta legislatura quedarán las palabras de Arroyo: “No vamos a permitir que el CD Algar-Celta de Vigo se juegue fuera de Cartagena”. Los hechos desmienten, una vez más, a la alcaldesa del PP, quien no ha sido capaz ni de acondicionar el Sánchez Luengo de El Algar, ni poner a disposición del citado club el Estadio municipal Cartagonova, como tampoco articular otra solución alternativa sin salir del término municipal.
Un desprecio a los algareños, el de Arroyo y Valdés, que ha sido valorada por el concejal de MC, Ricardo Segado. “Ante la oleada de peticiones de algareños y cartageneros pidiendo la dimisión inmediata del concejal de Deportes, desde MC hemos registrado iniciativa para que el señor Valdés asuma sus responsabilidades ya que, como vemos, ni él ni la alcaldesa Arroyo tiene pensado asumirlas”.
El edil ha lamentado que “para ellos el sillón lo es todo y les da exactamente igual que hayamos pasado vergüenza a nivel nacional”.
Ante el ridículo consumado, ha asegurado que “no vamos a dejar pasar este episodio de bochorno. Eso sí, Valdés no perdió ocasión de acudir a Las Rozas para presenciar el sorteo de Copa (veremos quién pagó ese viaje) y ahora debe asumir las consecuencias colaterales de no haber cumplido la palabra dada por él mismo y por la propia Arroyo”.
Por todo esto, Ricardo Segado ha concluido afirmando que “Valdés debe dimitir. Veremos si sus socios de bancada arropan su falta de gestión y si su alcaldesa refrenda su actuación o al fin saca la cabeza y da la cara ante los cartageneros”.