Declaraciones de Jesús Giménez Gallo.
Giménez Gallo: “Es el resultado del aislamiento ferroviario a Cartagena que proyectó el PP en 2001. Con el tiro en el pie que se dieron entonces han conseguido que Murcia sea fin de trayecto, aunque lo sea del tren de la bruja”
Ayer contactaron con MC Cartagena usuarios del AVE Madrid-Murcia, que a su llegada a la Estación del Carmen no pudieron enlazar con el tren procedente de Barcelona en el que debían haber hecho trasbordo para llegar a Cartagena, quedándose allí “tirados”. Se trata de la enésima incidencia de los pasajeros que quieren llegar por tren a Cartagena. Así que cabe recordar, aquí y ahora, aquellos pactos de San Esteban en que Valcárcel aceptó un AVE por Cuenca y Alicante, pactándolo con Álvarez Cascos, Zaplana, Gallardón y Bono.
Según el portavoz de MC Cartagena, Jesús Giménez Gallo, “en la noche de ayer los usuarios del AVE con destino a Cartagena o Torre Pacheco quedaron abandonados por Renfe en la estación de Murcia pasadas las 10 de la noche”.
A lo que añade que, “el tren que debía traerlos hacia Cartagena acumuló retraso y no se les ofreció ninguna alternativa, de hecho las oficinas estaban cerradas y tuvieron que recurrir a taxis para terminar su trayecto”.
Giménez Gallo señala que “es el resultado del aislamiento ferroviario a Cartagena que proyectó el PP en 2001 priorizando la línea hacia Cuenca y Alicante a cambio de una premura para la llegada a Murcia que nunca se dio”.
Y pone especial énfasis en que “dos años después se produjo el accidente de Chinchilla, con una veintena de fallecidos y decenas de heridos, y desde entonces hemos ido perdiendo servicios hasta que se ha perdido una línea que ha funcionado en tres siglos distintos, con la acción coordinada de sucesivos gobiernos de PP y PSOE, que desde La Moncloa han boicoteado la línea a Cartagena de acuerdo con San Esteban”.
Arrecian las quejas
Además, el portavoz de la formación cartagenerista indica que “la situación es tan kafkiana que ahora no hay un AVE en condiciones desde Murcia, arreciando las quejas por los horarios, los servicios con transbordo o los paseos hacia Málaga”. “Eso sí, deben estar todos satisfechos porque con el tiro en el pie que se dieron en 2001 han conseguido que Murcia sea fin de trayecto, aunque lo sea del tren de la bruja”, concluye Giménez Gallo.