A día de hoy, como muchos jóvenes cartageneros, gran parte de los miembros de las Juventudes de MC somos estudiantes. Por ello, somos conscientes de la existencia de una serie de hechos, propios del sistema educativo español, que calificaríamos como disfuncionalidades y limitan, preocupantemente, la creatividad de los jóvenes. El aprendizaje memorístico obliga al alumno a memorizar una materia que acaba siendo demasiada para su correcta asimilación por parte del estudiante.
No se nos exige aprender, se nos exige aprobar exámenes, que es algo totalmente distinto. El alumno ya no encuentra la utilidad de los conceptos que aprende, o mejor dicho, memoriza, simplemente escribiendo los mismos en un examen y posteriormente, a muy corto plazo, olvidándolos. Esta situación es contraproducente. Por tanto, paliar los efectos negativos que se producen en el alumno constituye en estos momentos un objetivo primordial para nosotros. Queremos que el estudiante tenga el mayor tiempo libre posible para relajarse, pensar, reflexionar, poder interesarse por distintas actividades, maximizar el tiempo libre para hacer deporte, implicarse en asociaciones, etc.
Pretendemos facilitar la consecución de este objetivo mediante las distintas técnicas de estudio que vamos a mostrar a continuación, resultantes de un estudio realizado por los investigadores de la Universidad Estatal de Kent, dirigidos por John Dunlosky, quien, al fin del mismo, declaró: “Me sorprendió que algunas de las estrategias que los estudiantes utilizan mucho (leer y subrayar) parecen proporcionar beneficios mínimos en su aprendizaje y desempeño. Con tan sólo reemplazar estas técnicas con la buena distribución del estudio, los estudiantes se benefician.” Dicha serie de técnicas es la siguiente:
1. Interrogatorio elaborado: explicación de por qué un hecho o un concepto es verdadero.
2. Auto-explicación: explicación de cómo se relaciona la nueva información estudiada con la información conocida anteriormente, o la explicación de los pasos tomados para la resolución de problemas.
3. Resumir: elaborar resúmenes de textos para aprenderlos mejor.
4. Destacar/subrayar: marcar partes potencialmente importantes que han de ser aprendidas.
5. Mnemotécnicas: uso de palabras clave e imágenes mentales para asociar conceptos.
6. Imágenes para textos: tratar de formar imágenes mentales del texto mediante lectura o escucha.
7. Releer: leer y volver a leer una y otra vez.
8. Practicar con exámenes: usar exámenes de la asignatura en particular y practicar con ellos.
9. Distribución del estudio: preparar un examen con mucho tiempo y de forma programada.
10. Intercalar estudios: distribuir, dentro de nuestras horas de estudio, diferentes tipos de asignaturas.
Probablemente, la mayoría de los lectores conozcan todas, o casi todas de las técnicas de estudio que se acaban de exponer. Sin embargo, la sorpresa para muchos puede llegar con el conocimiento de la eficacia de cada una. Según el anteriormente mencionado estudio, las menos eficaces son la 3, 4 y 7; siendo las más eficaces la 8 y 9. Así, las que producen un cierto beneficio en relación con las técnicas de estudio tradicionales, y menos eficaces, son la 1, 2 y 10.
En conclusión, lo volvemos a repetir, estamos en contra del aprendizaje memorístico y la clase magistral; lo que pretendemos es paliar los efectos negativos que esta forma de ‘aprender’ supone para el estudiante. Esperamos que sirva de ayuda.
Juventudes de MC