El pasado día 11 de octubre, el colectivo ‘Salvemos el Rosell’, afirmó que un cartagenero espera unos 53 días más de media que un murciano en el Morales Meseguer, y mirando la media regional, la lista de espera en Cartagena es de 121 días, mientras que en el resto de la Región es de 95 días. Por ello, se instó al gerente de Área de Salud, José Sedes, a aumentar los tiempos de trabajo y operar por la tarde, medida que fue rechazada, explicando que todavía hay margen para reducir estas listas de aquí a finales de año.
Para reducir estas listas de espera, la solución que se da actualmente es derivar a aquellos pacientes que lleven más de 365 días esperando para operarse a clínicas concertadas, con el coste que conlleva.
¿No sería más fácil aumentar horarios/personal en nuestros servicios públicos y aumentar su eficiencia? Además, según un informe de la Consejería de Hacienda, la sanidad privada es un 23% más cara que la sanidad pública, lo que demuestra que la medida adoptada es para salir del paso y, encima, más cara.
Cabe destacar la pésima situación en la época de verano, ya que Cartagena recibe la mayor parte de los turistas que visitan la Región, y con el cierre de consultorios y zonas médicas, reducciones de horarios y las vacaciones de personal sin cubrir, la situación empeora aún más, saturando las salas de urgencias y los centros de salud.
Teniendo grandes hospitales como tenemos en Cartagena, creo que la solución está en una eficaz gestión de nuestros recursos públicos, en este caso en el área de Sanidad. Sin embargo, parece que la Consejería de Sanidad ni es capaz ni está por la labor de proporcionar a Cartagena el servicio sanitario que merece.
Daniel Arce Martínez.