Afortunadamente resta menos de un año para el final de una legislatura marcada por un pacto infame perpetrado, a espaldas de los cartageneros, por un PP sin escrúpulos, unos tránsfugas socialistas carentes de cualquier principio moral y un moribundo C’s, que reclamó en los despachos el lugar que le negó las urnas.
El resultado de tal engendro es el ya conocido por todos: un municipio inseguro con un centro urbano y unos barrios y diputaciones colapsados por la delincuencia ante la falta de respuesta municipal y de efectivos policiales; la ciudad más sucia que se recuerda, con ejemplos como la calle San Fernando y su entorno con un aspecto propio de país subdesarrollado; unas carreteras convertidas en trampas para conductores con socavones y baches que ponen en peligro la integridad en todo el municipio, y un largo etcétera.
Ante tal situación, el concejal de MC, Enrique Pérez, ha valorado el contexto nuestro municipio. “A menos de un año para que finalice la presente legislatura ya conocemos cuál será el legado de Arroyo y de la vuelta del PP al Ayuntamiento, una involución constante que nos deja una innegable realidad: nos convierten en un pueblo sucio, inseguro y desvertebrado”.
Inseguridad y suciedad: los éxitos de la vuelta del PP al Ayuntamiento
Pérez ha reseñado que en “MC decimos que la realidad desmonta la propaganda, y ni los anuncios pagados ni las pasarelas fotográficas de Arroyo, pueden tapar que vivimos en un municipio inseguro en el que los altercados en el centro y en barrios y diputaciones se han convertido en el pan nuestro de cada día; faltan tantos policías como capacidad y luces en el Gobierno”.
“Nunca he visto Cartagena tan sucia. Seguramente cualquier vecino habrá escuchado esta frase en boca de algún amigo o familiar estos días. Y ese es otro de los grandes logros de Arroyo: dejar hacer a las concesionarias sin ninguna exigencia y convertirnos en un lugar sucio, tremendamente sucio, donde la desidia campa a sus anchas”, ha continuado manifestando el edil cartagenerista.
Enrique Pérez ha concluido lamentando que se trate de “una imagen tristemente real que no puede estar más alejada de los eslóganes de Capital Turística del Mediterráneo o Patrimonio de la Humanidad. Por ello, es urgente la puesta en marcha de un plan integral que actúe contra esta deriva. Mientras tanto, el único ‘honor’ de Arroyo será haber conseguido que conozcamos la peor Cartagena del siglo XXI”.